Es el proceso de examinar los detalles de una transacción inmobiliaria para asegurarse de que es legal y para informar plenamente tanto al comprador como al vendedor del mayor número posible de hechos en la transacción. Cuando el acuerdo satisface ambos aspectos de la diligencia debida, las dos partes pueden finalizar y cerrar la transacción.
Con una diligencia debida adecuada, todas las partes implicadas están formadas, informadas y cubiertas en una transacción, un acuerdo o cualquier otro tipo de pacto. Piense en ello como en los deberes: Debe completarse antes del cierre de un acuerdo para proporcionar al comprador una garantía de lo que va a obtener.
El proceso valida la exactitud de la información presentada, garantiza que la transacción se ajusta a los criterios establecidos en el acuerdo de compra,verifica que las partes tienen en cuenta todos los beneficios y riesgos, y permite al comprador saber lo que está comprando.
Antes de comprar, hay que investigar el título de propiedad para asegurarse de que no hay gravámenes sobre el inmueble. Esto incluye:
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Título de propiedad y registros anteriores ante el Registro Público de Costa Rica
- Encuestas y registros ante el Catastral Nacional
- Registros de tierras (todos los usos actuales de la propiedad)
- Permisos de construcción (si aplica)
- Informes estructurales y de ingeniería (si corresponde)
- Prueba de zonificación correcta
- Revisión del plano catastrado
- Aspectos medioambientales
- Contratos de servicios
- Revisión de todos los servicios públicos y sus facturas
- Embargos, sentencias o reclamaciones relacionadas con la propiedad.
La diligencia debida aumenta las posibilidades de éxito de la operación al descubrir los principales problemas o activos que deben abordarse. Sin una diligencia debida adecuada, pueden surgir problemas imprevistos después del cierre de la operación. En ese momento, recaen en el comprador, que puede no ser capaz de abordarlos mediante un litigio.